En estos días tan especiales para la afición española, hay que acordarse de los fundadores del Real Betis Balompié, más bien de su predecesor el Sevilla Balompié. Los fundadores de este glorioso club español comenzó llamando a este club como España Balompié, incluso su escudo era un círculo con los colores nacionales. Querían huir de anglicismos y darle un vocablo español a la palabra foot-ball. Esta palabra llegó por consejos de Mariano de Cavia. Era la palabra Balompié, siendo los primeros en ostentar tal nombre y por el que se le conocería durante muchos años.
Estos balompedistas querían recuperar el orgullo de ser español. Obviamente eran descendientes de militares en su mayoría y estas ideologías nacionalistas influyeron en este concepto del deporte balompédico. En ese momento España se hallaba en horas bajas ya que se habían perdido los restos que quedaban del Imperio Español: Cuba, Puerto Rico y Las Filipinas.
Era una decadencia que venía de lejos. España había tenido su esplendor en el siglo XVI gracias a la política dinástica de los Reyes Católicos y, sobre todo, a la expansión por América a la que tanto colaboró Sevilla. Pero, a partir del siglo XVII, empezó una larga decadencia que la colocó como una potencia de segundo orden. El sentimiento nacionalista tuvo un gran eco con la Guerra de la Independencia que comenzó en 1808 y que expulsó a los franceses del territorio nacional pero, en cambio, empezó a dividir a los españoles y se perdió la gran parte de las posesiones americanas.
Así se llega a la trágica fecha de 1898 en la que de un plumazo se pierde todo el Imperio Español. Estos fundadores del España Balompié viven en sus familias castrenses la tragedia humana y anímica que supone esta corta guerra para España. Así que se proponen a través del Balompié devolver a España la grandeza política y deportiva.
En cuanto a la política se tuvo que vivir una monarquía caduca de Alfonso XIII que consintió la Dictadura de Primo de Rivera. Obviamente, esta dictadura fracasó y la monarquía se desmoronó, proclamándose la República, dando lugar a la división total de las dos Españas que se enfrentaron en una Guerra Civil. La vencedora de esta guerra cruel y fraticida instauró una dictadura de cuarenta años. Tras la cual, reapareció la monarquía y en una Transición, unos meses después de la I Copa de Su Majestad El Rey de 1977 ganada por el Real Betis Balompié, se devolvió el orgullo nacional a España instaurando una monarquía parlamentaria, constitucional y democrática y que, por lo tanto, significaba la normalización política para España. Tras esta normalización política llegó la normalización social y económica.
Pero todavía quedaba devolver el orgullo nacional balompédico y eso ha llegado con la Copa del Mundo. Una copa que ha unido a todos los españoles y por fin nos ha hecho sentirnos orgullosos de ser españoles. Por fin, todo el mundo ondea la bandera rojigualda sin que lo señalen facha (ya que la derecha se ha adueñado durante muchos años de la bandera nacional, sobre todo durante la dictadura). Además, ha llegado en un momento de crisis económica en la que España necesitaba una alegría. Seguro que aquellos fundadores del España Balompié se sentirán orgullosos desde el cielo de su querida España y chillarían gol con el gol de Iniesta.
Este hermoso artículo lo quiero dedicar a mi pareja Maite por darme 7 años y medio de felicidad. Hay que ver lo que disfrutamos los dos juntos viendo a España ganar la Copa del Mundo por primera vez en su Historia. Te quiero.
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