Una vez tuvimos un sueño y era que nuestra Virgen Macarena se paseaba por nuestro barrio, por nuestra casa. Hoy hemos despertado sabiendo que no ha sido un sueño, sino una realidad.
Ayer el barrio de la Macarena vivió un día histórico donde vimos imágenes inéditas, no sólo porque La Macarena fuera sin palio sino porque pasó por lugares del barrio que nunca antes había pasado.
Con motivo de la Beatificación de Madre María de la Purísima el paso se engalanó para la ocasión. Se adornó con los candelabros de la carreta del Simpecado de la Hermandad del Rocío de la Macarena, las coronitas de la Hermandad de San Pablo y cuatro jarras del paso del Mayor Dolor y Traspaso de la Hermandad del Gran poder. Tanto la Virgen como el paso iban adornados con varias reliquias de Santa Ángela de la Cruz. La Virgen vestía el manto de la Coronación y la saya de volantes.
La Virgen salió sobre las 3:30 de la noche y fue por la Avenida Sánchez Pizjuán. Ya por esta calle vivimos una imagen especial al pasar por la Barriada de Las Avenidas, barrio que tanto significa para nosotros. Este barrio se volcó al paso de la Virgen, engalanando los balcones para la ocasión. Las imágenes al pasar por el Puente del Alamillo de noche fueron imborrables y, después, pasando por el Parque del Alamillo a la luz del alba. ¡Qué imagen! La Virgen llegó al Estadio Olímpico de La Cartuja cerca de las 9:00. Al llegar al túnel tuvo que deshojarse de su corona al no caber, corona que le colocaron al salir de él. A la salida del túnel las monjitas de La Cruz le cantaron como sí de la mismísima antigua Calle Alcázares se tratara. Los hermanos costaleros la colocaron en el centro del altar como los buenos costaleros, poquito a poco. Cuando fue colocada ya eran las 9:00 y el Estadio, casi repleto, rompió en una tremenda ovación.
La Macarena no quiso perderse este hermoso acto y por ello estuvo presidiendo todo el acto al lado de la imagen de Santa Ángela de La Cruz y un cuadro de Madre María de la Purísima que fue destapado en el momento de ser beatificada. Al terminar el acto, la Virgen fue bajada del altar, al mismo ritmo lento que había sido subida. Se le llevó por el centro del campo hasta una capilla improvisada en el mismo estadio.
Pero los momentos más grandes y que quedarán grabadas en nuestras retinas para siempre fueron por la tarde. La Macarena salió con más de media hora de retraso debido al retraso del autobús que tenía que recoger a los costaleros. Fueron imágenes muy hermosas ver a La Macarena por el parque. Parecía como sí fuera la Hermandad de La Paz pasando por el Parque de María Luisa, pero no, era el Parque del Alamillo y era la mismísima Macarena. Era muy hermoso escuchar por todo el parque las marchas macarenas. Cuando la Virgen iba a salir por la puerta del parque nos dimos cuenta que eso no podía ser real. Era La Macarena por El Alamillo, nuestro parque. Ese fue el momento en el que parecía que estábamos viviendo un sueño.
La Macarena estaba pasando por el Puente del Alamillo, ya con la luz de la noche. Lo mejor era verlo desde el paso de peatones que hay en el centro del puente. Verla desde lo alto, a la altura de su rostro, fue una belleza. En ese momento ya empezaban las emociones fuertes para el barrio macareno. Al querer salir del puente nos dimos cuenta que no se podía. La rotonda y el puente estaban abarrotados, el barrio de la Macarena y Sevilla entera se habían echado a la calle para recibir a la Reina de Sevilla, a su Esperanza.
La Macarena llegaba a la Glorieta de San Lázaro y cuando estaba revirando un escalofrío recorrió nuestros cuerpos. La Macarena estaba mirando a la Colección de Miniaturas y Maquetas y estaba más cerca que nunca de donde ésta se ubica, a tan sólo 300 metros de ella.
Había que cenar, como no. Pero es que en los bares no cabía un alfiler. Incluso alguno que otro, no creyendo que iba a ser tanta la masa de gente que habría, se quedó sin cocina antes de tiempo. La Macarena estaba pasando por El Cerezo. ¿Cómo?, ¿Por El Cerezo La Macarena? No puede ser. Pero sí, estaba sucediendo. Y cual fue nuestra sorpresa que al llegar de comer nos topamos otra vez con la Virgen Macarena. Estaba justamente al lado de la famosa Taberna El Palomo y le tocaban 'Macarena' de Abel Moreno. En ese momento pensamos que nadie nos pellizcara que no queríamos despertarnos. Lo único que le faltaba a la Virgen era bajarse del paso y pedir una de bravas. En ese momento ya no podíamos más con tanta emoción. Pero todavía quedaba mucho.
La Virgen llegaba a la barriada de la Huerta del Carmen. Cuando por allí pasaba, camino del Hospital, dos personas muy allegadas a nosotros la estaban viendo por su ventana. Pasó por su misma ventana, como si ella quisiera protegerlos. Aunque ellos sólo pudieron ver las ráfagas de luz de su paso entre los árboles.
La Virgen llegó al Hospital en loor de multitudes. Allí no se cabía. Había gente agolpada en la escalera del Hospital y se veía a los enfermos y sus familiares asomados en las ventanas. Allí se quedó parada unos minutos, diciéndoles con su dulce mirada que siempre estará con ellos a su lado.
La Virgen caminaba por el Parlamento de Andalucía y estábamos a punto de vivir una imagen bastante sorprendente: La Macarena entrando de madrugada, como sí de Semana Santa se tratara y La Macarena saliese de día. La Macarena se recogió con su forma habitual, despidiéndose de su barrio y de Sevilla como no queriendo irse. Cuando pasó el Arco de la Macarena nadie quería perdérselo, incluso parecía que el mísmo Juan Manuel Rodríguez Ojeda quería verla entrar. Ya en el atrio pudimos escuchar una saeta bastante especial de Alex Ortiz. Eran las 3:00 de la madrugada y la Virgen estaba dentro pero tranquilos que esta vez no habrá que esperar hasta el año que viene, tan sólo hasta la próxima Semana Santa.
Aun recuerdo esa madrugada del viernes 18 de septiembre con gran inquietud. no podia quedarme dormida porque sabia que algo importante estaba sucediendo en sevilla, algo mágico, algo de ensueño, y era mi Macarena paseandose a su antojo por su barrio, por calles que nunca imaginé que pasaria su bello rostro.
ResponderEliminarA la mañana siguiente sin perder tiempo lo primero que hice fue encender la tele, para verla, era una necesidad, tenia que ver su cara y estaba preciosa, brillante, encantadora. Era mi virgen en el estadio olimpico, algo que nunca pensé que sucederia,presidiendo el estadio, con multitud de gente , preparada para el comienzo de la beatificacion de Madre Maria Purisima.Apenas podia contener la respiracion.
Y ya el culmen fue al llegar la tarde del sabado, me dispuse con mi pareja a verla por el alamillo, nuestro parque, algo imposible de imaginar para nosotros, algo tan simbolico que se nos escapaba de las manos. Estaba esplendorosa con su manto de la coronacion. Pero lo que parecia un sueño se volvia realidad conforme ella iba paseandose por el parque y ya a la salida de éste era indescriptible ,cuanta belleza, cuantos cirios encendidos a su paso, guiandola para que no se perdiera.
Lo que me llamó la atención fue verla pasar por el puente del alamillo,algo inimaginable pero a la vez tan mágico, el puente estaba a rebozar, no se podia apenas respirar, pero cómo no, era porque estaba pasando la Reina de Sevilla.
Tambien la vimos por el cerezo, y ahi fue cuando ninguno de los dos quisimos pellizcarnos , no fuera ser que nos despertaramos de aquel sueño macareno.
Una imagen sobrecogedora a nivel personal fue verla frente al hospital Virgen Macarena, allí mirando cómo los enfermos y familiares se asomaban pidiendo un poco de esperanza. Una imagen irrepetible.
La entrada para qué hablar de ella, fue sublime, cantada una saeta por Alex Ortiz, se iba acercando cada vez mas a su casa para recogerse, despidiendose de su barrio macareno, y diciendo un hasta luego, hasta semana santa.
Un dia para no olvidar jamás.
Te quiero mi vida, gracias por ser como eres, por ser macareno.
¿Tú sabes por qué había tanta gente? Pues para que la guiaran, que ella por ahí se perdía porque no había ido nunca. Quiso darse un paseito por el parque y después visitar partes de su barrio que no conocía y a su gente. Es que esta Virgen es muy moderna, ya va por la SE-30 y, además, para que los trianeros digan: Nosotros también cruzamos el río.
ResponderEliminarMe encantó vivir contigo ese día tan especial, por fin vivimos el sueño macareno de ver a la Virgen por las calles de Nuestro Barrio.
TE QUIERO, CARIÑO.