El Real Betis Balompié ha conseguido ascender a Primera División, a su casa que nunca debió dejar si no hubiera sido por una mala gestión de Manuel Ruiz de Lopera.
El partido ante el Tenerife ya fue una fiesta y al finalizar el mísmo con la victoria de 3-1 la afición invadió el campo. La euforia era total y al día siguiente el Celta empató su partido con lo que el Betis ya era equipo matemáticamente de Primera (así lo decían la LFP y la UEFA) si no fuera porque estaba pendiente de recurso la reclamación de 3 puntos del Granada en su partido contra el filial del Barça por alineación indebida. Por ello había que esperar al domingo ante el Nàstic en Tarragona. Había que ganar pero no se consiguió por una mala primera parte y un árbitro tarjetero que expulsó a media defensa verdiblanca con lo que el encuentro se saldó con derrota por 3-1. La única opción que le quedaba al Betis para celebrar ese día el ascenso era la derrota del Granada ante el Alcorcón. El Betis estaba en el AVE. Un penalti a favor del Alcorcón despertó a toda la expedición y al final de la segunda parte el tren era una fiesta porque el Alcorcón sentenciaba el encuentro y el Betis ascendía a Primera. Sí, lo digo bien, el Betis ascendió a toda velocidad en el tren, en el AVE. Hasta para eso es especial nuestro Betis.
Rápidamente el beticismo tomó las calles de la ciudad con las bocinas de los coches sonando por todos lados pero había que acudir a Santa Justa a recibir al equipo. La expedición tardó en llegar pero no se esperaban ver a aquella muchedumbre eufórica y Rafael Gordillo ya empezó a llorar, algo que repetiría varias veces durante aquella histórica tarde-noche. Allí le esperaba un autocar descapotable con el lema 'siempre de primera Gracias Afición'. El autocar llegó al Estadio llevado en volandas por la afición. Según las autoridades municipales fueron más de 100.000 béticos los que vieron al equipo entre Santa Justa y el Estadio, ahí es ná. En el escenario el presentador fue el humorista Manu Sánchez y el speaker Melado. Evidentemente se recordó a Miki Roqué y al malogrado Porrúa. El último en hablar fue Rafael Gordillo, nuestro mito ahora convertido en nuestro Presidente y que esperemos que pronto su nombre aparezca reflejado en uno de los triángulos del Estadio Benito Villamarín para gloria del beticismo. Terminó la fiesta con el Himno del Centenario cantado por Rafael González Serna (que también cantó varias veces en Santa Justa).
Al siguiente día el Ayuntamiento recibió al equipo y fue la cena oficial y fiesta privada en la calle Betis (donde si no). Y el martes lo recibió la Junta de Andalucía (sí, el Betis lleva los colores de Andalucia, nunca hay que olvidarlo).
Pero lo que el beticismo celebró además del éxito deportivo fue que el Betis es por fin de los béticos y que, por fin, resurge de sus cenizas. Aún queda ser Campeones de Liga y vivir un último partido con muchas sorpresas y luego habrá que planificar la nueva temporada en la élite del fútbol español pero lo que no queda duda es que el beticismo vuelve a ilusionarse con su Betis. Se respiran nuevos aires en la Ciudad del Betis, aires de Libertad, aires verdiblancos.
Rápidamente el beticismo tomó las calles de la ciudad con las bocinas de los coches sonando por todos lados pero había que acudir a Santa Justa a recibir al equipo. La expedición tardó en llegar pero no se esperaban ver a aquella muchedumbre eufórica y Rafael Gordillo ya empezó a llorar, algo que repetiría varias veces durante aquella histórica tarde-noche. Allí le esperaba un autocar descapotable con el lema 'siempre de primera Gracias Afición'. El autocar llegó al Estadio llevado en volandas por la afición. Según las autoridades municipales fueron más de 100.000 béticos los que vieron al equipo entre Santa Justa y el Estadio, ahí es ná. En el escenario el presentador fue el humorista Manu Sánchez y el speaker Melado. Evidentemente se recordó a Miki Roqué y al malogrado Porrúa. El último en hablar fue Rafael Gordillo, nuestro mito ahora convertido en nuestro Presidente y que esperemos que pronto su nombre aparezca reflejado en uno de los triángulos del Estadio Benito Villamarín para gloria del beticismo. Terminó la fiesta con el Himno del Centenario cantado por Rafael González Serna (que también cantó varias veces en Santa Justa).
Al siguiente día el Ayuntamiento recibió al equipo y fue la cena oficial y fiesta privada en la calle Betis (donde si no). Y el martes lo recibió la Junta de Andalucía (sí, el Betis lleva los colores de Andalucia, nunca hay que olvidarlo).
Pero lo que el beticismo celebró además del éxito deportivo fue que el Betis es por fin de los béticos y que, por fin, resurge de sus cenizas. Aún queda ser Campeones de Liga y vivir un último partido con muchas sorpresas y luego habrá que planificar la nueva temporada en la élite del fútbol español pero lo que no queda duda es que el beticismo vuelve a ilusionarse con su Betis. Se respiran nuevos aires en la Ciudad del Betis, aires de Libertad, aires verdiblancos.
A PRIMERA, MUSHO BETIS
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