Si tiene algo de original esta colección es el interés por coleccionar miniaturas sevillanas. Muy pocas personas hay en el mundo que tengan interés por ello, al menos no de una manera tan completa. Tenemos una colección donde está representada la Semana Santa, la Feria, los Toros, el Betis, el Corpus Christi, el Rocío, el Verano, varias devociones sevillanas, los dos monumentos más emblemáticos de la ciudad (La Giralda y la Torre del Oro), El Giraldillo y, por supuesto, su Patrón San Fernando. Por ello no podía falta su Patrona General: la Virgen de los Reyes que además es la Patrona de la Archidiócesis y del Consejo General de Hermandades y Cofradías y Alcaldesa Perpetua de nuestra ciudad. Pues bien, desde el pasado miércoles ya tenemos una miniatura de ella que provisionalmente se ha colocado en el Estante Cofrade 3 ya que en los próximos días se va a remodelar la vitrina, especialmente la parte derecha que corresponde a las miniaturas sevillanas.
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sábado, 30 de julio de 2011
viernes, 29 de julio de 2011
COLEGIO DE SAN TELMO
El Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla (1681-1847) fue una institución fuertemente vinculada al entramado de la Carrera de Indias, que se propuso cumplir un doble objetivo, por un lado, caritativo-asistencial, encaminado a la recogida de niños pobres y huérfanos, y por otro, de paliación de la crónica escasez de gente de mar y, más concretamente, de pilotos, sufrida por las flotas y navíos de la Carrera de Indias. Un motivo del porque se creó dicho colegio en Sevilla fue para mantener a las instituciones indianas en la Ciudad del Betis en plena rivalidad con Cádiz por la exclusividad indiana. Podemos establecer dos grandes periodos en su trayectoria.
1) ADMINISTRACION DEL COLEGIO DE SAN TELMO A CARGO DE LA UNIVERSIDAD DE MAREANTES DE SEVILLA (1681-1786)
Desde el momento de su fundación hasta la promulgación de las primeras ordenanzas ilustradas en 1786, el Colegio de San Telmo estuvo gestionado por la Universidad de Mareantes, una corporación sevillana fundada un siglo antes, aglutinadora de los dueños de naos, capitanes, maestres y pilotos de la Carrera de Indias. El órgano colegiado representativo de esta entidad, formado por un mayordomo diputado y otros dos diputados, administró durante este período los destinos del Real Seminario, bajo la cercana supervisión del juez conservador superintendente, representado en la persona del presidente de la Casa de la Contratación, y la vigilancia, en última instancia, del Consejo de Indias, en calidad de protector.
Una característica definitoria de esta primera etapa estriba en la dispersión de las disposiciones aplicables al Colegio de San Telmo. Dos reales cédulas fundacionales, ambas de 17 de junio de 1681, son las que dan vida a La institución. Además existen otras fuentes normativas que regularon distintos aspectos del Colegio de San Telmo de Sevilla. Se trata, por un lado, de resoluciones emitidas por el presidente de la Casa de la Contratación, juez conservador del Seminario, y por encima de éste, de las resoluciones del Consejo de Indias que ponían fin a la vía judicial. Finalmente, un tercer tipo de fuente normativa para la regulación del Colegio Seminario se correspondió con las resoluciones adoptadas por el órgano rector. La diputación de la Universidad de Mareantes, reunida en junta, adoptaba periódicamente acuerdos relativos al funcionamiento del Colegio, bajo la forma de actas, firmadas por los componentes de este órgano, adveradas con la firma del contador del Colegio, que hacía las veces de secretario.
En esta primera etapa se sucedieron multitud de hechos históricos que condicionaron su desarrollo. Los factores económicos y los relacionados con la navegación son probablemente los que marcaron de forma más intensa el devenir de San Telmo. Durante un primer período inicial (1681-1700), el Colegio anduvo sus primeros pasos y empleó casi todos sus recursos en el comienzo de la obra del edificio, situado en los arrabales de la ciudad. La segunda etapa (1700-1765) aparece claramente marcada en sus principios por la Guerra de Sucesión, que afectó muy negativamente a las rentas colegiales hasta el punto de abocarlo prácticamente al cierre. Con posterioridad a este suceso el Real Seminario se recuperó y vivió un período de desarrollo hasta que, transcurrida la mitad de la centuria, comenzaron a aplicarse cambios profundos en el sistema marítimo comercial tradicional.
Las medidas de instauración del libre comercio, comenzadas a partir del año 1765, marcaron el final de esta etapa de desarrollo, para dar lugar a una nueva (1765-1786) en la que la percepción de fondos económicos se convirtió en un hecho inestable. En esta última etapa el Colegio dependió para su subsistencia básicamente de asignaciones de fondos extraordinarias realizadas por el rey y, por otra parte, de los ahorros reunidos durante las épocas de bonanza. Esta situación se prolongó hasta el año 1786, en el que comienza una nueva etapa, en la que las ideas ilustradas ejercieron una profunda influencia.
2) ADMINISTRACION DEL COLEGIO DE SAN TELMO A CARGO DE UN DIRECTOR (1786-1847)
Las nuevas ordenanzas de 1786 suponen un cambio sustancial en todos los órdenes para el Colegio de náutica sevillano. Los cambios más reveladores de esta segunda etapa se centran en la separación de la Universidad de Mareantes de la administración y, como consecuencia, la sustitución del tradicional órgano de gobierno colegiado en favor de la persona de un director, nombrado directamente por el ministro.
Pero la política de concentración de las competencias relativas a la navegación llevada a cabo por la Armada provoca la absorción de la jurisdicción del Colegio de San Telmo, junto con las escuelas particulares de náutica, por parte de la Secretaría de Marina en julio de 1787. Este hecho histórico da lugar al nacimiento de las segundas ordenanzas reguladoras del Colegio de San Telmo de Sevilla, de 2 de julio de 1788.
Paralelamente, en 1787 nace en Málaga un segundo Colegio de San Telmo al calor del Consulado de comercio de la ciudad. La existencia de los dos centros de náutica obliga a la reunificación de su normativa en una sola ordenanza en el año 1794.
Desde la última década del siglo XVIII, en que se promulgan las últimas ordenanzas de 1794, hasta la extinción del Colegio de San Telmo de Sevilla no se vuelven a producir cambios de entidad desde el punto de vista normativo. Las desfavorables circunstancias históricas de las primeras décadas del siglo XIX tampoco lo permitieron. El Colegio hispalense sólo pudo emplearse en afrontar un período final de crisis, originado por la guerra de la independencia y la pérdida de las colonias americanas.
El Colegio de San Telmo dispuso de un cupo de 150 plazas para ser ocupadas por niños entre 8 y 14 años de edad, de nacionalidad española, pobres y huérfanos. Del total de los colegiales matriculados que pasaron por el instituto (3505 individuos), 3097 –casi un 94%- eran originarios de la región andaluza. Los requisitos de aceptación de aspirantes a colegiales seguían un marcado protocolo, que en 1721 se reforzó con la exigencia de cumplimentación de los expedientes de limpieza de sangre. Una vez admitido en el Seminario, la información relativa a cada santelmista era anotada en los libros de recepción y salida de colegiales.
Entre los años 1787 y 1810 el Colegio de San Telmo de Sevilla desarrolló un modelo de educación paralela al de los huérfanos, aceptando el ingreso de jóvenes procedentes de la nobleza sevillana (porcionistas) a cambio del pago de una pensión. La gran mayoría abandonó el centro antes de completar su formación.
Tras la supresión del Colegio en 1847 se hace entrega de su archivo a la Universidad de Sevilla por Real Orden de 20 de julio de 1847.
El Palacio de San Telmo, que fue sede del Colegio de San Telmo, fue adquirido en 1849 por Antonio de Orleans y Luisa Fernanda de Borbón, duques de Montpensier, que lo convirtieron en su residencia oficial. Su hija, Maria de las Mercedes, celebró su pedida de mano para casarse con el rey Alfonso XII en el Palacio de San Telmo. Al fallecer en 1897 la infanta Maria Luisa Fernanda legó el palacio a la Archidiócesis de Sevilla y cedió sus jardines (actual Parque de María Luisa) a la ciudad de Sevilla. En 1901 el palacio se convirtió en seminario hasta que en 1989 el arzobispado lo cedió a la Junta de Andalucia. Tras una larga restauración y readaptación para albergar la nueva institución, en 2010 se convirtió en la sede de la Junta de Andalucía tras mudarse ésta de la Casa Rosada.
FUENTE: UNIVERSIDAD DE SEVILLA
sábado, 23 de julio de 2011
UNIVERSIDAD DE MAREANTES
La Universidad de Mareantes formó, junto a la Casa de la Contratación y al Consulado de Mercaderes de Sevilla, una tríada de instituciones emblemáticas ligadas a la Carrera de Indias.
La importancia de la ciudad de Sevilla dentro de la red de rutas marítimo-comerciales europeas y americanas conecta con la importancia del gremialismo local mareante. Las cofradías de gentes de mar fueron numerosas en la España del Antiguo Régimen. La Cofradía o Hermandad de Nuestra Señora del Buen Aire, también denominada Santa María del Buen Aire, debió crearse en las primeras décadas del siglo XVI, siendo sus ordenanzas aprobadas por el Arzobispado de Sevilla el 13 de marzo de 1561. Su propósito residió en acoger a los dueños de naos, a los pilotos y a los maestres examinados de la Carrera de Indias. Bajo la advocación de la Virgen del Buen Aire y la protección de los santos San Pedro y San Andrés, la cofradía buscó, según el preámbulo de sus ordenanzas, el celo de servir a Dios, el bien de los marineros y de otras personas que navegaban en la Carrera de Indias “por mejor remediar algunas necesidades que se ofrecen en los susodichos, sus mujeres, hijos e criados…”. Se trataba, pues, de proporcionar una asistencia protectora y piadosa a sus miembros, objetivos que se materializó en manifestaciones religiosas, en una atención médica a los hermanos y en la asistencia pecuniaria a los más necesitados del grupo.
Paralelamente a la Cofradía o Hermandad de Nuestra Señora del Buen Aire, sus miembros tomaron la decisión de crear otra entidad con personalidad jurídica distinta, a la que denominaron Universidad de Mareantes, también llamada, aunque más raramente, Universidad de la Mar. Esta segunda institución, prolongación natural de la primera, se creó con distintos fines, más ambiciosos y ligados esta vez a ámbitos relacionados con el poder, concretamente con la conservación y aumento de los privilegios otorgados a los mareantes, y con los negocios de la navegación de la Carrera de Indias. Así pues, la Universidad de Mareantes se volcó hacia una proyección exterior, estableciendo una relación permanente especialmente con la Corona, con la Casa de la Contratación y con el Consulado de Cargadores. Su presencia en el engranaje del sistema monopolístico comercial desarrollado con las Indias se hizo notar en determinadas actuaciones relacionadas con la elección del buque de las flotas, en el apresto y organización de las mismas, o en las materias concernientes al pilotaje de los navíos y a los profesionales que lo ejercían, sin olvidar la activa defensa por parte de la corporación de los intereses de sus miembros.
Si bien las ordenanzas atinentes a la Universidad de Mareantes fueron formuladas el 28 de diciembre de 1562, no fue hasta el 22 de marzo de 1569 cuando éstas, junto a la normativa reguladora de la cofradía, fueron aprobadas de forma conjunta por Felipe II mediante real cédula, después de haber sido convenientemente corregidas por los oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla.
Ambas, Cofradía y Universidad, caminaron juntas a lo largo de las décadas, si bien con el paso del tiempo la primera fue menguando en sus actuaciones mientras la segunda cobró notable importancia en el teatro de la navegación y del comercio sevillano de los siglos XVI y XVII. Por esta razón, ambas instituciones se englobaron bajo la única denominación de Universidad de Mareantes, aunque, como ya hemos precisado, cada una de ellas poseía una personalidad jurídica distinta y que en 1630 ambas quedaron prácticamente fusionadas. El factor de la unicidad denominativa pone de manifiesto la existencia de intereses a la vez paralelos y convergentes, que siempre revertían en los mismos sujetos activos: los dueños de naos, los capitanes, los maestres y los pilotos de la Carrera de Indias.
En los últimos años del reinado de Carlos II la Universidad de Mareantes se hizo con un ambicioso proyecto largamente barajado por la Corona, de creación de un Seminario de niños pobres y huérfanos para su instrucción en el arte de la marinería, el pilotaje o la artillería, con la finalidad última de abastecer las armadas y flotas de la Carrera. El nacimiento del Colegio de San Telmo de Sevilla en 1681 obedeció a la crónica escasez de gente de mar, y más singularmente, de pilotos que se venía arrastrando desde el siglo XVI. La Universidad de Mareantes fue nombrada administradora de la escuela de náutica sevillana, cargo en el que se mantuvo más de una centuria, hasta 1786, año en el que el Colegio experimentó una profunda reforma de corte ilustrada, con cambios, entre otros, que afectaron a su cúpula de gobierno. La Universidad fue separada de la administración del establecimiento de náutica, y también la Casa de la Contratación desaparecía para siempre del teatro de la navegación y del comercio colonial pocos años después. En 1793 desapareció definitivamente la Universidad de Mareantes.
El papel más destacado de la Universidad de Mareantes se correspondió con las actuaciones protagonizadas por esta corporación en el ámbito de la Carrera de Indias durante el siglo XVI y parte del XVII. Los mareantes sevillanos se asociaron con la intención de defender objetivos directamente relacionados con la navegación. La adopción de medidas para asegurar las condiciones de las travesías marítimas, la intervención en el apresto y organización de las flotas y galeones, la participación en la regulación de la actuación de los pilotos y maestres de la Carrera, la organización y control ejercido por la Universidad sobre determinados gremios de la mar (calafates y fabricantes de jarcia), el fomento de la construcción naval nacional o la defensa de una jurisdicción privativa, fueron buenos ejemplos de su actuación.
La persecución de todos estos objetivos salvaguardó los intereses de los mareantes, pero también los de otros individuos o grupos profesionales de la Carrera de Indias (como los comerciantes, las tripulaciones de los navíos o sus pasajeros). La actividad de la Universidad también redundó en beneficio de los propios organismos de la Carrera de Indias (como la Casa de la Contratación o el Consejo de Indias) y, por ende, de la Corona. Por ello, las distintas iniciativas emprendidas por la Universidad de Mareantes y sus logros finales merecen un lugar de honor en la historia de la navegación de la Carrera de Indias.
Al suprimirse el Real Colegio Seminario de San Telmo en 1847, se hace entrega de su archivo a la Universidad de Sevilla. Entre los documentos ingresados en la Universidad estaban los de la Universidad de Mareantes, que había sido administradora del Colegio de San Telmo desde 1681 hasta 1786.
La Casa de las Columnas en Triana, en el nº 79 de la calle Pureza, es donde se situaba inicialmente la Universidad y Cofradía aunque era un solar mucho mayor ya que tenía una fachada a la calle Larga (actual Pureza) y otra a la calle Orilla del Río (actual Betis). Al trasladarse la Universidad al edificio de San Telmo en 1704 el edificio fue cedido a clérigos menores, que la abandonaron en 1710, siendo entonces ocupadas por los franciscanos de San Juan de Aznalfarache con los que la Universidad de Mareantes tuvo un pleito. El edificio lo recuperaron los mareantes en 1767 y se vendió tras la pertinente autorización real y desacralización de la iglesia. El inmueble había sido abandonado casi un siglo y estaba en un estado ruinoso en el momento de su venta y por tanto el nuevo propietario demolió sus restos para construir una bella casa que se conserva hasta hoy, siendo en la actualidad un Centro Cívico propiedad del Ayuntamiento de Sevilla.
FUENTE: UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Paralelamente a la Cofradía o Hermandad de Nuestra Señora del Buen Aire, sus miembros tomaron la decisión de crear otra entidad con personalidad jurídica distinta, a la que denominaron Universidad de Mareantes, también llamada, aunque más raramente, Universidad de la Mar. Esta segunda institución, prolongación natural de la primera, se creó con distintos fines, más ambiciosos y ligados esta vez a ámbitos relacionados con el poder, concretamente con la conservación y aumento de los privilegios otorgados a los mareantes, y con los negocios de la navegación de la Carrera de Indias. Así pues, la Universidad de Mareantes se volcó hacia una proyección exterior, estableciendo una relación permanente especialmente con la Corona, con la Casa de la Contratación y con el Consulado de Cargadores. Su presencia en el engranaje del sistema monopolístico comercial desarrollado con las Indias se hizo notar en determinadas actuaciones relacionadas con la elección del buque de las flotas, en el apresto y organización de las mismas, o en las materias concernientes al pilotaje de los navíos y a los profesionales que lo ejercían, sin olvidar la activa defensa por parte de la corporación de los intereses de sus miembros.
Si bien las ordenanzas atinentes a la Universidad de Mareantes fueron formuladas el 28 de diciembre de 1562, no fue hasta el 22 de marzo de 1569 cuando éstas, junto a la normativa reguladora de la cofradía, fueron aprobadas de forma conjunta por Felipe II mediante real cédula, después de haber sido convenientemente corregidas por los oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla.
Ambas, Cofradía y Universidad, caminaron juntas a lo largo de las décadas, si bien con el paso del tiempo la primera fue menguando en sus actuaciones mientras la segunda cobró notable importancia en el teatro de la navegación y del comercio sevillano de los siglos XVI y XVII. Por esta razón, ambas instituciones se englobaron bajo la única denominación de Universidad de Mareantes, aunque, como ya hemos precisado, cada una de ellas poseía una personalidad jurídica distinta y que en 1630 ambas quedaron prácticamente fusionadas. El factor de la unicidad denominativa pone de manifiesto la existencia de intereses a la vez paralelos y convergentes, que siempre revertían en los mismos sujetos activos: los dueños de naos, los capitanes, los maestres y los pilotos de la Carrera de Indias.
En los últimos años del reinado de Carlos II la Universidad de Mareantes se hizo con un ambicioso proyecto largamente barajado por la Corona, de creación de un Seminario de niños pobres y huérfanos para su instrucción en el arte de la marinería, el pilotaje o la artillería, con la finalidad última de abastecer las armadas y flotas de la Carrera. El nacimiento del Colegio de San Telmo de Sevilla en 1681 obedeció a la crónica escasez de gente de mar, y más singularmente, de pilotos que se venía arrastrando desde el siglo XVI. La Universidad de Mareantes fue nombrada administradora de la escuela de náutica sevillana, cargo en el que se mantuvo más de una centuria, hasta 1786, año en el que el Colegio experimentó una profunda reforma de corte ilustrada, con cambios, entre otros, que afectaron a su cúpula de gobierno. La Universidad fue separada de la administración del establecimiento de náutica, y también la Casa de la Contratación desaparecía para siempre del teatro de la navegación y del comercio colonial pocos años después. En 1793 desapareció definitivamente la Universidad de Mareantes.
El papel más destacado de la Universidad de Mareantes se correspondió con las actuaciones protagonizadas por esta corporación en el ámbito de la Carrera de Indias durante el siglo XVI y parte del XVII. Los mareantes sevillanos se asociaron con la intención de defender objetivos directamente relacionados con la navegación. La adopción de medidas para asegurar las condiciones de las travesías marítimas, la intervención en el apresto y organización de las flotas y galeones, la participación en la regulación de la actuación de los pilotos y maestres de la Carrera, la organización y control ejercido por la Universidad sobre determinados gremios de la mar (calafates y fabricantes de jarcia), el fomento de la construcción naval nacional o la defensa de una jurisdicción privativa, fueron buenos ejemplos de su actuación.
La persecución de todos estos objetivos salvaguardó los intereses de los mareantes, pero también los de otros individuos o grupos profesionales de la Carrera de Indias (como los comerciantes, las tripulaciones de los navíos o sus pasajeros). La actividad de la Universidad también redundó en beneficio de los propios organismos de la Carrera de Indias (como la Casa de la Contratación o el Consejo de Indias) y, por ende, de la Corona. Por ello, las distintas iniciativas emprendidas por la Universidad de Mareantes y sus logros finales merecen un lugar de honor en la historia de la navegación de la Carrera de Indias.
Al suprimirse el Real Colegio Seminario de San Telmo en 1847, se hace entrega de su archivo a la Universidad de Sevilla. Entre los documentos ingresados en la Universidad estaban los de la Universidad de Mareantes, que había sido administradora del Colegio de San Telmo desde 1681 hasta 1786.
La Casa de las Columnas en Triana, en el nº 79 de la calle Pureza, es donde se situaba inicialmente la Universidad y Cofradía aunque era un solar mucho mayor ya que tenía una fachada a la calle Larga (actual Pureza) y otra a la calle Orilla del Río (actual Betis). Al trasladarse la Universidad al edificio de San Telmo en 1704 el edificio fue cedido a clérigos menores, que la abandonaron en 1710, siendo entonces ocupadas por los franciscanos de San Juan de Aznalfarache con los que la Universidad de Mareantes tuvo un pleito. El edificio lo recuperaron los mareantes en 1767 y se vendió tras la pertinente autorización real y desacralización de la iglesia. El inmueble había sido abandonado casi un siglo y estaba en un estado ruinoso en el momento de su venta y por tanto el nuevo propietario demolió sus restos para construir una bella casa que se conserva hasta hoy, siendo en la actualidad un Centro Cívico propiedad del Ayuntamiento de Sevilla.
FUENTE: UNIVERSIDAD DE SEVILLA
martes, 12 de julio de 2011
El camino hacia la Plaza Nueva: títulos en el corazón
El historiador oficial del Real Betis Balompié, Rafael Medina 'Beticista', nos ha dedicado un artículo a raíz de una pregunta que le hicimos en su página web historiadelrealbetis.com en su nuevo blog: betis del ayer.
Aquí le dejamos el artículo para que todos los béticos se recreen:
Aquí le dejamos el artículo para que todos los béticos se recreen:
El camino hacia la Plaza Nueva: títulos en el corazón
sábado, 2 de julio de 2011
MIGUEL GUILLÉN, NUEVO PRESIDENTE DEL REAL BETIS BALOMPIÉ
En la Junta de Accionistas celebrada el pasado miércoles ha sido elegido Presidente Miguel Guillén y Vicepresidente Pablo Gómez Falcón, así como que han entrado nuevos consejeros en donde lo más destacable es la segunda consejera de la Historia del Betis Isabel Simó, directora del Archivo General de Indias. También han sido aprobadas las cuentas. Mientras, el club sigue modernizándose y ha salido a la luz la nueva página web adaptada al siglo XXI y que en nada tiene que ver con la anterior. En el plano de fichajes las cosas se están haciendo bastante bien y ya se han oficializado las incorporaciones de Chica, Mario, Fabricio, Matilla y Jefferson Montero. Hay que ver que los fichajes se están haciendo con la misma celeridad que con Lopera. El club sigue inmerso en la Ley Concursal y los administradores concursales ya han presentado las directrices a seguir aunque la afición sigue ilusionada tanto que se están superando la inscripción de socios del año pasado, sobre todo tras el nuevo spot: 'Abónate a un sentimiento, ¿Y tú, lo sientes?'
2 AÑOS YA DE BLOG
El pasado lunes este blog cumplió ya 2 años y parece que fue ayer. Muchas cosas han pasado desde entonces aunque las más importantes han sido devolver el Betis a los béticos por la que este blog había luchado tanto y la iniciativa llevada a partir de principios de año para relatar la Historia de Sevilla y su relación con América.
En cuanto a la 3ª temporada la gran novedad es que no haremos vacaciones este año y, por tanto, escribiremos interesantes artículos sobre el mundo americano y su relación con esta tierra. Aunque se nos presenta ilusionantes proyectos para la Colección de Miniaturas y Maquetas. En primer lugar aprovecharemos el tiempo estival para la tan necesaria remodelación de la vitrina y terminada ésta comenzaremos con una nueva versión de este blog para que los lectores que nos visiten puedan conocer más profundamente a la Colección de Miniaturas y Maquetas. Es curioso que un blog con tan solo 2 años ya se haya quedado obsoleto.
Con respecto a las novedades en cuanto a incorporaciones de miniaturas y/o maquetas a nuestra colección decir que, en principio, no van a ser muchas pero que se espera poder incorporar al menos dos que a esta colección la convertirán más macarena y bética aún si cabe y que revalorizará el patrimonio de la Colección de Miniaturas y Maquetas dada la vistosidad de éstas. Estad atentos porque tan solo verlas harán las delicias de muchos.
En cuanto a la 3ª temporada la gran novedad es que no haremos vacaciones este año y, por tanto, escribiremos interesantes artículos sobre el mundo americano y su relación con esta tierra. Aunque se nos presenta ilusionantes proyectos para la Colección de Miniaturas y Maquetas. En primer lugar aprovecharemos el tiempo estival para la tan necesaria remodelación de la vitrina y terminada ésta comenzaremos con una nueva versión de este blog para que los lectores que nos visiten puedan conocer más profundamente a la Colección de Miniaturas y Maquetas. Es curioso que un blog con tan solo 2 años ya se haya quedado obsoleto.
Con respecto a las novedades en cuanto a incorporaciones de miniaturas y/o maquetas a nuestra colección decir que, en principio, no van a ser muchas pero que se espera poder incorporar al menos dos que a esta colección la convertirán más macarena y bética aún si cabe y que revalorizará el patrimonio de la Colección de Miniaturas y Maquetas dada la vistosidad de éstas. Estad atentos porque tan solo verlas harán las delicias de muchos.