lunes, 23 de julio de 2012

Sevilla, Puerto y Puerta de las Indias

El interés de la Corona Española de centralizar el comercio y transporte hacia las Indias en un sólo puerto era evidente porque así se trataba de vigilar el comercio y personas que pudieran poner en contra la integridad y seguridad del Imperio. Tenía seguridad en un puerto interior al que se le sumaba los 80 kilómetros de río que separaba Sevilla del mar abierto y que, por tanto, le daba seguridad frente a posibles ataques enemigos. Sevilla era la gran capital del sur desde el siglo XII. De cara a su comercialización con América era centro de una región agrícola y poseía grandes industrias. Poseía una infraestructura viaria que le ponía en comunicación con los principales centros manufactureros. Contaba con una gran fama como centro mercantil y financiero desde la Edad Media. Contaba con instituciones que no había que crear como el Almirantazgo de Castilla, la Casa de la Moneda o las Atarazanas.

D. Ramón María Serrera cuando habla de la creación de la Casa de la Contratación y de la elección de Sevilla para la ubicación de dicha institución y para ser puerto de las Indias dice lo siguiente: "Inspirada en los precedentes portugueses de la Casa de Guinea y la Casa de la India, probablemente sobre un proyecto del genovés sevillanizado Francisco Pinelo, la elección de la ciudad hispalense tenía razones más que sobradas para su designación como futuro "Puerto y Puerta de las Indias". En general, el enclave de la Baja Andalucía y el Golfo de Cádiz ofrecían indudables ventajas con respecto a los puertos mediterráneos y cantábricos tanto por el conjunto de condiciones geotécnicas (callejón de los alisios, corrientes favorables, etc.) como por la rentabilidad en tiempo y costo de las expediciones, a lo que había que sumar la adecuada infraestructura naval de la zona y su milenaria tradición náutica. Sevilla en concreto ejercía desde el siglo XIII (en 1248 tuvo lugar su reconquista por Fernando III) la capitalidad del comercio con el Norte de África, Portugal y las islas del Atlántico Medio; poseía larga tradición mercantil, con casas comerciales, bancas y agentes extranjeros en ella asentados, prestigiosos organismos mercantiles y judiciales, atarazanas y una nutrida burocracia propia de su condición de gran urbe. Con sus casi 70.000 habitantes en torno a 1500 era, de hecho, la metrópoli del Sur, bien comunicada con la Meseta interior, con feraces comarcas agrícolas adyacentes y una bien dispuesta red viaria para su comunicación con otras zonas. Si a ello se suma lo principal, su condición de puerto interior abrigado y seguro a menos de 90 kilómetros de la desembocadura del Guadalquivir, nos explicamos las razones de tan oportuna elección. Sevilla reunía todos los requisitos para ejercer una capitalidad comercial que de hecho había venido desempeñando desde hacía más de dos centurias. El esplendor de la ciudad hispalense era causa y no efecto de tal designación, aunque en la práctica siempre compartiera su condición de cabecera de la Carrera de Indias con sus antepuertos naturales: Sanlúcar de Barrameda y Cádiz".

Aunque no todas las circunstancias eran favorables para Sevilla. Era costoso para los navíos el fondo del río, el río se fue haciendo ruin y provocó quejas. La principal dificultad estaba en salvar la barra de Sanlúcar. Esta dificultad se incrementó por el tonelaje de los navíos y los productos en bruto. Se decidió que a la ida fueran los navíos a media carga hasta Sanlúcar y que a la vuelta en dicho lugar aligeraran la carga. El 10% de los naufragios en 1504-1650 ocurrió allí convirtiéndose, por tanto, en un cementerio marino. También se presentaron problemas en el Puerto de Sevilla a la hora de efectuar los trabajos de canelado que obligó a trasladar esas tareas a una especie de astilleros en San Juan de Aznalfarache y luego a la bahía gaditana. A ello se sumaba la mediocre infraestructura del Puerto de Sevilla que incluso carecía de muelle y debido a ello dificultaba las operaciones. Esas fueron las razones que provocaron que en 1680 se trasladara la cabecera de la Carrera de Indias a Cádiz y en 1717 la Casa de la Contratación y el Consulado de Mercaderes de las Indias (aunque se dejó una Delegación en Sevilla y parte de dicha institución estuvo controlada por los comerciantes sevillanos).

miércoles, 18 de julio de 2012

El americanismo en Sevilla en el siglo XX

Este americanismo del siglo XX nos lo explica muy bien Francisco Morales Padrón en su libro 'Andalucía y América':

A principios del siglo XX hubo importantes americanistas sevillanos como José María Asensio Toledo (1829-1905), Antonio María Fabié y Escudero (1834-1904), Ángel Altolaguirre y Duvale (1857-1939), Vicente Llorens Asensio (1869-1930), Antonio Jiménez Placer y Cabral (1869-1914), Francisco de las Barras  de Aragón (1869-1955) o Cristóbal Bermúdez Plata (1880-1952). Pedro Torres Lanzas (1860-1935) era natural de Jaén pero fue el primer director que tuvo el Archivo de Indias y figuró en la Sevillana de Buenas Letras.

Tras el IV Centenario del Descubrimiento de América hubo una serie de diez Congresos americanistas que unieron la efeméride del descubrimiento de América con el del Pacífico. El último de éstos fue "el de Sevilla de 1913 para conmemorar el Centenario del hallazgo del Océano Pacífico. En éste ya Ramón Manjarrés protestó por el uso del concepto América Latina generalizado a partir de 1856".

"Como una especie de broche a tanta actividad americanista surgirá el protagonismo de Sevilla con la fundación en 1913 del Instituto de Estudios Americanistas en el seno del Archivo General de Indias llamado al año Centro Oficial de Estudios Americanistas y la Exposición Iberoamericana. Estamos rozando ya los preámbulos o bases del americanismo actual. La Segunda República Española creará el Centro de Estudios de Historia de América (1932) adscrito al Instituto Hispano-Cubano, fundación particular nacida en 1929 con objetivos netamente americanistas. La Guerra Civil de 1936 yuguló este quehacer. Una orden del general Queipo de Llano trasvasó los fondos del citado Centro a la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras y el Hispano-Cubano entró en franca hibernación por diversas razones, hasta la década de los 80. Cuarenta años antes, el nuevo régimen político creó la Escuela de Estudios Hispano-Americanos (1942), los Cursos de Verano de la Rábida (1943), y la Sección de Historia de América en la Facultad de Filosofía y Letras (1945), impulsando un americanismo fulgurante, que no debe desligarse de todo el quehacer anterior del cual aún se mantenían vivos Altolaguirre, Bermúdez Plata, de las Barra de Aragón, y de la Torre del Cerro. Eran ellos los estertores de una actividad americanista a la que siempre hemos de recordar y rendir el homenaje de nuestra gratitud y reconocimiento".

martes, 17 de julio de 2012

Nueva adquisición: Catedral de Sevilla

Hemos adquirido el pasado jueves esta maqueta que desde algún tiempo veníamos buscando y que ha sido regalo de la propietaria. A pesar de su reducida escala está muy bien detallada. El verano pasado encontramos la Virgen de los Reyes y este año le ha tocado el turno a la Catedral. Se ha colocado en un estante que estaba un poco infrautilizado. Es una miniatura que nos completa aún más la colección de miniaturas sevillanas y que da una imagen aún más espectacular a la vitrina.


En otro orden de cosas, en Sevilla hay una maqueta de la Catedral que es a una escala aún mayor. Estamos hablando de la que se encuentra en la Cartuja junto con los grandes monumentos de Andalucía además de haber otros elementos como por ejemplo el AVE. Es un parque que haría las delicias de cualquier niño. Este parque pertenece a la Junta de Andalucía pero que era gestionada por Isla Mágica (incluso la pasarela que comunicaba Isla Mágica con este parque de maquetas se ha decidido suprimirla). Pues bien, el contrato expiraba el 31 de diciembre del 2011 y esta empresa no ha querido renovarlo por según dicen: 'falta de interés del público y porque genera más gastos que ingresos'. Con la situación económica actual, la Junta de Andalucía no sabe que hacer con estas maquetas, se baraja la idea de trasladarlo al Alamillo pero eso supondría un gasto muy grande. La realidad de la situación es que actualmente las maquetas están abandonadas y deteriorándose cada día un poco más, incluso están sometidas al expolio. Estas maquetas son parte de nuestro bien patrimonial histórico y cultural, son un legado de la Expo 92. No dejemos que acaben con ellas. Salvemos a la Andalucia de los Niños.

sábado, 14 de julio de 2012

La Cartuja, Colón y América

Antes de pasar a ser terreno monástico, los almohades en el siglo XII le dieron uso ubicando en el lugar hornos alfareros de cocción aprovechando su situación junto al río y dada la existente abundancia de arcillas que la extraían labrando cuevas (más tarde continuarían con la extracción de arcilla también los alfareros de Triana) existe una leyenda de alrededor del año 1248 que cuenta que se halló una imagen de la Virgen María en una de las cuevas (se supone que la escondieron durante la época musulmana). A partir de entonces se construyó la Ermita Santa María de las Cuevas para venerar el icono. A finales del siglo XIV, fue dirigida por la Orden Franciscana.

Con el tiempo aumentó la devoción hasta llegado el año 1400 en que cambia a Monasterio, fundado por el entonces Arzobispo de Sevilla, don Gonzalo de Mena (fallecido al año siguiente debido a una epidemia) ayudado por el noble Ruy González de Medina. Los franciscanos fueron trasladados al Aljarafe y al terreno se añadieron extensas propiedades. Al ser miembro de una de las familias de más renombre dejó huella en el monumento plasmando el escudo heráldico familiar en las entradas y principales estancias.

La muerte del Arzobispo deja el conjunto en una difícil situación pues los fondos donados por Gonzalo de Mena fueron utilizados por el regente don Fernando de Antequera (durante la infancia de Juan II) para sufragar sus campañas militares.

Años más tarde, otro miembro de la aristocracia sevillana, el Adelantado Mayor don Perafán de Ribera, de la Casa de Alcalá, subvencionó la construcción de la iglesia y se responsabilizó del mantenimiento del monasterio siempre que tuviera derecho a ser enterrado en el edificio y sus armas heráldicas ocuparan el lugar de las del Arzobispo. También la familia de los Veraguas aportó bienes para su supervivencia.

A finales del siglo XV se establece en el monasterio la Orden de San Bruno (fundador de la primera cartuja en 1084). El mortífero terremoto de Lisboa de 1755 afectó gravemente al edificio. En 1810 durante la invasión francesa fue saqueada, haciendo desaparecer todo rastro decorativo, y utilizada por el ejército extranjero como cuartel general. La iglesia la convirtieron en cuadra. Los cartujos fueron expulsados durante la invasión, huyeron a Portugal para regresar en 1812, una vez que pasaron todos los hechos revolucionarios, durante la regencia de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (madre de la reina Isabel).

Entre 1835 y 1836 se produjo la expulsión de los monjes de manera permanente, finalizando con cuatro siglos de vida en comunidad, era el periodo de la Desamortización de Mendizábal que decretó la extinción de las órdenes religiosas. El comerciante Carlos Pickman, procedente de Liverpool y afincado en Sevilla para continuar con el negocio familiar, y contando con la financiación del banquero sevillano Juan Pedro La Cave Soulé, constituyó la sociedad y alquila primero el monasterio, que estaba abandonado y maltrecho, en 1838, comprándolo en 1840, para transformarlo en 1841 en lo que más fama y renombre ha dado al lugar, una fábrica de loza y porcelana china decorada a la manera inglesa haciéndose en poco tiempo la preferida por la clase acomodada, ya fuera para darle un uso particular como para adornar alacenas de todo el mundo. En esta fecha es cuando se levantan los diez hornos de botella que dan originalidad al conjunto monumental de los que sólo quedan en pie cinco y unas cuantas chimeneas. La fabricación de loza y porcelana estuvo funcionando en el monasterio hasta 1982, fecha en que es desalojado, encontrándose en la actualidad en Santiponce.

Fue declarado Monumento Nacional en 1964 y expropiado por el ministerio de Obras Públicas transfiriéndose en 1982 al gobierno de Andalucía.

Desde 1986 el gobierno autónomo de Andalucía se propuso restaurar y rehabilitar el conjunto y así poder recuperarlo para uso y disfrute de los ciudadanos, mostrando el esplendor que tuvo de su pasado monástico, militar y fabril. Para poder hacer efectiva sus pretensiones se creó en 1989 el Conjunto Monumental de la Cartuja de Sevilla, cuya misión era proteger el monumento, convirtiéndolo en centro de investigación y difusión cultural al tiempo que lo acondicionó con instalaciones expositivas para que formara parte de la Exposición Universal de 1992, de esta manera comenzó una nueva fase histórica para el monumento. Con la Exposición Universal de Sevilla de 1992, además de cambiarse la infraestructura urbanística, también se recuperó en todo lo que pudo el monumento para la ciudad (sobre todo arquitectónico), sus huertos y jardines, aunque gran parte de su patrimonio ya estaba perdido el recinto recuperó parte de su belleza. Durante la Expo’92 fue el emblema de la muestra, sede del Pabellón Real, lugar de recepción de gobernantes y monarcas de todo el mundo, aunque este no es un hecho aparte puesto que durante los siglos anteriores también fueron recibidos numerosos visitantes ilustres, y es que los Cartujos fueron una orden que siempre estuvo cercana a la corona, por lo tanto, con bastante poder.

A partir de 1997 comenzó a funcionar como museo al convertirse en sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo asumiendo para sí la gestión del personal y las colecciones que han sobrevivido del Conjunto Monumental de la Cartuja así como del Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla. Por decreto pasó a ser un Organismo Autónomo dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. También alberga el Rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía.

Entre los visitantes destacados sobresale Cristóbal Colón (y familia) que era amigo íntimo de Fray Gaspar Gomicio (albacea testamentario y consejero espiritual de sus hijos). Visitó a su amigo en la época del descubrimiento de América y del que recibió apoyo para su ambicioso proyecto y allí prepararon su segundo viaje al Nuevo Mundo, asimismo hizo uso de las estancias del edificio para hospedarse mientras estaba en la ciudad (hecho decisivo para formar parte de los acontecimientos de 1992). En 1519 sirvió como segundo lugar de enterramiento provisional del Almirante, donde reposaron en la capilla de Santa Ana por expreso deseo del mismo. En 1542 los restos fueron exhumados para llevarlos rumbo a Santo Domingo. Los restos de Colón fueron llevados por varios lugares como Santo Domingo o la Habana. Definitivamente, debido a la guerra con los estadounidenses, en 1898, se trasladaron sus restos a la Catedral de Sevilla (su hijo Hernando también está enterrado en la Catedral, en la nave principal). Aunque en Santo Domingo apareció una tumba con su nombre que actualmente se piensa que es la tumba de Colón. Los restos del hermano de Cristóbal Colón, Diego Colón, se encuentran en la actualidad en el Museo de la Fábrica de loza de La Cartuja de Sevilla, situado en las instalaciones actuales de la Factoría. Gracias a estos restos se ha podido demostrar por pruebas de ADN que los restos de la catedral son los del descubridor aunque al haber tan sólo un 15% de sus restos es posible que los de Santo Domingo también sean parte de sus restos aunque las autoridades de dicho lugar no han accedido a realizarle las pruebas de ADN. Incluso es posible que haya restos del Almirante por otros lugares que ha estado enterrado. Como curiosidad definitiva, Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, según la tradición, plantó un ombú, árbol que todavía puede ser visitado en los jardines de la Cartuja.

Restauración de las imágenes de La Macarena

Estas semanas atrás se ha procedido a labores de conservación y mantenimiento de las imágenes de la Hermandad de La Macarena en las dependencias de dicha corporación. Primero se retiró del culto a la Virgen del Santo Rosario, luego se procedió con el Señor de la Sentencia y luego con María Santísima de la Esperanza Macarena durante el cual el Sentencia ocupó su lugar en el altar principal de la Basílica. El resultado ha sido bastante satisfactorio como podéis ver en estas imágenes.


En otro orden de cosas, la Virgen del Carmen de San Gil y el Simpecado del Rocío de la Macarena van a recibir culto provisionalmente a partir del próximo lunes 23 en el altar del Cristo de la Salvación de la Basílica con motivo de unas obras en dicha parroquia.

miércoles, 11 de julio de 2012

Reales Atarazanas de Sevilla

Las Atarazanas de Sevilla fueron construidas en 1252 por mandato del rey Alfonso X, El Sabio. Así reza en la lápida fundacional que aún se conserva en el Hospital de la Caridad. El sentido de estos astilleros consistía en abastecer de galeras y bajeles a la Real Marina de Castilla, creada en Sevilla y que debía contrarrestar las frecuentes invasiones norteafricanas. Su arquitectura respondía a un híbrido gótico mudéjar, con una disposición inicial de 17 naves perpendiculares al río Guadalquivir y una cota de superficie casi a nivel de la lámina de agua para facilitar la entrada y salida de buques. El aspecto formal que presenta­ban al Arenal de Sevilla era el de un frente industrial abierto para la entra­da y salida de los barcos entre el Postigo del Aceite y el Postigo del Carbón. Fue su actividad como astilleros la que provocó su transformación, trasladándose a la primera nave la pescadería, que hasta entonces estaba ubicada en la céntrica Plaza de San Francisco.

Las Reales Atarazanas acogió la sede de la Casa de la Contratación durante sus primeros años. 

Entre 1500 y 1700 ocurre la fragmentación histórica de las primitivas Atarazanas: segregación de las cinco naves meridionales para Aduana y Casa del Azogue (mercurio de Almadén) para su uso en el beneficio de la plata en las minas americanas (actual Delegación de Hacienda); edificación del Hospital de la Caridad sobre las cinco centrales; y compartimentación de las siete septentrionales en locales de alquiler vinculados a las actividades portuarias (pescaderías, almacenes y bodegas). Simultáneamente se desarrollan las obras de acondicionamiento interior: elevación del nivel de uso de las naves y recrecido de los paramentos.

Su uso y función como astilleros desaparece prácticamente durante el siglo XV ya que el mayor tamaño de los nuevos navíos imposibilita las faenas en la estructura original. A partir de ese momento y debido a su ubicación en el centro del Arenal, es decir, la zona portuaria, pasa a tener un papel muy heterogéneo. Bajo sus imponentes pilares y arcadas mudéjares, se concilian diversas funciones como almacén de pertrechos para las flotas de Indias, pescaderías municipales, lonjas de mercaderes, depósitos de azogue, maderas, cinabrio, a lo que se añadían algunos muladares que competían con los del exterior del Arenal. A finales del XVI, algunas de sus naves pasan a ser dependencias de la Aduana.

En 1587 se asientan las primeras dependencias artilleras para el abastecimiento de las tropas que controlaban los intereses de Felipe II en Portugal. En 1641 se reutilizan cinco de sus naves para la creación del Hospital de la Santa Caridad, lugar que acogió a la hermandad del mismo nombre que se reu­nía desde 1578 en una capilla consa­grada a San Jorge y que se encargaba de recoger los cadáveres de ahogados y ajusticiados en Sevilla.

En 1719 se dis­ponen cinco naves para el almacenaje de artillería. Unos años más tarde, en 1762, se inician las grandes reformas del Cuerpo de Artillería, que influirán definitivamente en el futuro de las instalaciones. De hecho, tan sólo hay que esperar un año para que se dé el primer impulso importante al edificio, destinado a que en Sevilla se cuente con un depósito de carruajes y pertrechos para suministrar a las tropas, que acabó traduciéndose en una ampliación de la capacidad de los talleres y almacenes, con la anexión de dos naves más, que completan las siete actuales. En 1782, las Maestranzas de Cádiz y Málaga se refundan en las de Sevilla, quedando ésta como abaste­cedora única de Andalucía y Extremadura y, un año más tarde, también de las Américas Españolas. Esto provoca una nueva ampliación, materializada en una operación arquitectónica que configura el edificio tal y como lo encontramos hoy. En el siglo XIX aumenta la superficie disponible para almacenes y talleres de Artillería con la edificación de una segunda planta en las naves 2, 4 y 6. Esta necesidad de espacio propiciará la ejecución de una primera arquitectura de madera en el espacio situado frente al inmueble (actual Teatro de la Maestranza) que en 1900 funciona a pleno rendimiento.

Finalmente, ya en los años cuarenta del pasado siglo, se le amputan otras cinco naves para ubicar el actual edificio de Hacienda, con lo que, definitivamente, el edificio monumental queda con sus siete naves actuales y catalogado como una de las más brillantes joyas de la arquitectura medieval española. En 1970 el edificio deja de utilizarse como sede de la Real Maestranza de Artillería, albergando usos militares (Caja de Reclutas, Archivos, oficinas, etc.).

Tras pasar a ser propiedad de la Junta de Andalucía en 1993, y hasta 1995, la Consejería de Cultura realiza en ellas varias rehabilitaciones, descubriéndose su espacio base y ordenándose sus recorridos para la visita pública del edificio.

Las Atarazanas se podían ver desde el río y Triana como así demuestra este famoso grabado del siglo XVI. Destaca la madera apilada delante de su fachada.

O este otro del XVII en el que se ve que la fachada del Hospital de la Caridad ya está construida.

Incluso se puede ver en esta fotografía que todavía no lo tapa los edificios que más tarde se construirán por el Paseo Colón como el actual Teatro Maestranza (anteriormente Cuartel de la Maestranza de Artillería).

En 2007 se creó la Fundación Museo Atarazanas y desde dicho año la sociedad civil y numerosas instituciones públicas y privadas han apoyado sus objetivos fundacionales:

- Creación de un gran conjunto museístico cuya marca cultural gira en torno a las Reales Atarazanas, Sevilla y el río Guadalquivir.

- Recuperación de unos lugares simbólicos del pasado (edificio monumental, río, tradiciones, relatos, mitos, etc.) para proyectarlos hacia el futuro como fuente de identidad y de riqueza.

- Dinamizar el patrimonio cultural que representan las Reales Atarazanas de Sevilla así como el entorno del Arenal.

- Hacer de las Atarazanas un punto neurálgico para la vertebración social, política, económica y cultural con Iberoamérica.

FUNTE: FUNDACIÓN MUSEO ATARAZANAS

domingo, 8 de julio de 2012

Real Fábrica de Artillería de Sevilla

Sin que haya una opinión unánime, la mayoría de los estudiosos estiman que fue en 1565 cuando Juan Morel compró tres solares en la zona y creó una fundición de campanas y cañones. Desde muy pronto, la factoría fue adquiriendo prestigio y ya en 1568 la Corona de Castilla encargó a la Casa de la Contratación (que controlaba el comercio con las Américas) que le facilitase cobre y estaño para facilitar la fabricación de cañones al hijo de Juan Morel, Bartolomé.

El Cabildo Catedralicio, consciente de la fama que iba adquiriendo la fábrica, también encomendó a Bartolomé Morel la fundición de su tenebrario, un facistol para el coro, varias campanas de la Giralda y, sobre todo, el Giraldillo que culmina la torre de la Catedral, entre otras cosas. Por decisión de Felipe III, en 1682 la Fábrica pasaría a ser de titularidad pública.

En palabras del historiador militar Pedro Mora Piris, desde sus inicios hasta su final, la institución jugó un papel destacado en la formación profesional de fundidores, cinceladores, grabadores, torneros, maestros herradores, cerrajeros, etcétera, "contribuyendo así de una manera determinante a crear un personal que requería de diferentes grados de especialización, y que sin duda incidieron de manera importante en aspectos de conformación social, dotando a la ciudad de especialistas muy cualificados". Los propios trabajadores de aquella fundición repoblaron la zona, a la que se le dio el nombre de Arrabal de San Bernardo, por la parroquia de dicha advocación que se creó allí a finales de ese mismo siglo, primero como "ayuda de parroquia" y desde 1593 como parroquia propiamente dicha. Por ello a dicho barrio se le conocía (y se le conoce) como el barrio de artilleros.

Pero fue con Carlos III, un monarca que fomentó especialmente la industria, cuando la Fábrica de Artillería se convirtió en una pieza estratégica para la defensa de España y su imperio. En 1757 se inicia un claro proceso de reconstrucción del edificio que continuará durante el reinado de Carlos IV.

La vinculación de la fábrica con la Historia de América es incuestionable. En 1783 se le encarga la construcción de los cañones con los que la Corona de España ayudó a los colonos norteamericanos a independizarse de Inglaterra. Como recuerdo de este hecho, en la puerta de la Fábrica se conserva un mortero con el nombre de Washington.

En 1789, el Ministerio de las Indias encargó "surtir de artillería a las Américas". También en esta fábrica se confeccionó el famoso cañón tigre, con el que los defensores de Tenerife arrancaron un brazo al almirante británico Nelson. Otra pieza clásica de la Fábrica son los leones que custodian la entrada del Congreso. Con el impulso de Carlos III se construyen tres grandes hornos de 500, 600 y 700 quintales de bronce, que fueron la envidia de toda Europa. Según escribió Álvarez Miranda a mediados del XIX, "las piezas de artillería que salen de tan famoso establecimiento tienen una reconocida superioridad sobre casi todas las de Europa".

Arquitectónicamente, y aunque suenan nombres como Vicente de San Martín, no se puede hablar de un solo autor, pues la fábrica es el producto de numerosas intervenciones y agregados que, muchas veces, eran encargados a los mismos directores. Más que por su valor artístico, el edificio es importante por su condición de industria antigua, con unas interesantes naves con bóvedas y pilares cruciformes. La fábrica cesó su actividad en el año 1992. A finales del 2011 el Ayuntamiento de Sevilla lo cedió a la Delegación de Seguridad y Movilidad como almacén del Parque Central de Bomberos que se encuentra justo al lado de dicho edificio.

martes, 3 de julio de 2012

Eurocopa 2012

La Eurocopa de Polonia y Ucrania comenzó con un partido entre Polonia y Grecia. La gran decepción de la fase de grupos fue la subcampeona mundial Holanda que no consiguió ganar ni un sólo partido en el grupo de la muerte pero sin duda la gran anécdota fue el partido entre Francia y Ucrania que se tuvo que suspender durante una hora a los pocos minutos de su comienzo debido a un fuerte aguacero con tormenta eléctrica incluida. Además, hubo por ahí algún gol 'fantasma' que sí fue gol.

En cuanto a España, La Roja debutó contra Italia que terminó con empate a uno pero que ya creó el debate sobre el falso nueve. Después vino la goleada de 4 goles contra Irlanda para terminar esta fase contra Croacia en la que lo pasó mal pero que un gol postrero terminó con los fantasmas. Ya en ese partido los italianos hablaban de 'biscotto' ya que un empate a 2 los hubiera dejado fuera pero dicho empate no ocurrió y España e Italia se clasificaron.

En los octavos nos encontramos con Francia y nos vengamos de los guiñoles ganándole por 2 a 0 sin despeinarnos ya que Francia sólo chutó una vez a portería. En las semifinales nos la vimos con la Portugal de Cristiano Ronaldo. Un partido muy intenso en el que España lo pasó mal por momentos pero que con el empate inicial se llegó a los penaltis y ahí volvimos a hacer Historia. Rui Patricio paró el primer penalti de Xavi Alonso pero Casillas paró el siguiente. El gran penalti fue el de Sergio Ramos a lo panenka. Bruno Alves lo tiró al larguero y otra vez, como en 2008 contra Italia, Cesc Fábregas nos dio el pase a la siguiente ronda y dejó a Cristiano en los videomarcadores diciendo: "que injusticia".

Antes de estas semifinales fue bochornoso lo de la UEFA y la RFEF que una por no permitir los brazaletes negros (que al final sí permitieron) y el minuto de silencio y la otra por no solicitarla formalmente reflejaron su falta de sensibilidad ante la muerte de Miki Roqué. Además, tampoco permitieron el minuto de silencio tras la muerte del entrenador Manolo Preciado.

Llegó la final como se empezó: contra Italia. Y como no hay dos sin tres vaya goleada. Marcaron Silva y Jordi Alba en la primera parte. En la segunda parte Italia se quedó con diez por lesión de Mota que acababa de salir e Italia había agotado los tres cambios. Como haciendo un guiño a la final de Viena marcó Torres y le dio la asistencia a Mata para hacer el cuarto. Europa entera quedó rendida a La Roja. En la celebración Sergio Ramos y Navas se acordaron de su amigo Puerta. Cesc Fábregas se puso una camiseta con los nombres de Puerta, Jarque, Preciado y Miki Roqué. Reina se puso la camiseta del Betis con el dorsal de Miki Roqué. Pero lo más emotivo fue lo que hizo el jugador sevillista Negredo en el que se podía leer la frase en su camiseta: "Va por ti, Miki. 26 DEP".

Por cierto, muy reprochable la celebración en Sevilla donde se decapitó la estatua de la Puerta de Jerez, partiendo la cabeza en dos y tirando una de las partes a la fuente (la otra se encontró horas más tardes); además de otros destrozos. Obviamente falló el operativo del Ayuntamiento y la Delegación de Gobierno que sólo dispuso 15 policías locales y 40 nacionales.

Ayer llegaron los futbolistas y lo celebraron en la capital. Imágenes que contrastaban en Sevilla con el funeral en honor a Miki Roqué en el Estadio del Betis. Por cierto, al final el Betis ha retirado el dorsal 26.

CAMPEONES DE EUROPA, TRICAMPEONES